viernes, 20 de marzo de 2009

2.1.1. PRIMEROS POBLADORES I

2.1.1.- MISTERIOS.

David explica en el Cuaderno de apuntes, acompañando a la hoja verde de negrillo y la descripción de los terrenos de El Pego, “le dimos muchas vueltas a los orígenes en el taller del tío Domingo, pero dejo de lado a los orígenes porque son un misterio....

PRIMER MISTERIO.


¿Por qué un lugar es llamado El Pego[1]?








El Pego ponen por nombre
sin saber por qué ni como
y conseguirán que asombre
su valentía y aplomo.

Se ignora quién y por qué eligió el nombre de El Pego para este pequeño lugar de tierras llanas decoradas con pequeños cerros o tesos situadas la antigua provincia de Toro y del obispado de Zamora.
Actualmente se conservan los nombres de los pagos o quiñones con nombres de aves: Cabeza[2] del Pego, Teso o Cabeza del Águila, Los Gallarones, Valdelapega..., por lo que me inclino a pensar que podría tomar el nombre de El Pego por ser el lugar donde se concentraban las aves. Otros opinan que tal nombre vendría de estar entre tierras pantanosas (la Laguna, las Charcas de Valdelapega,...).

SEGUNDO MISTERIO
Los primeros pobladores suponemos que se dedicarían al pastoreo, a cazar y roturar el terreno para convertirse en agricultores (en la imagen un grupo de pegueros, desde la Cabeza El Pego, contempla una mano de cazadores con galgo).

¿Los primeros pobladores?

Sus primeros pobladores,
aún ignoramos quiénes fueron,
hombres que siempre tuvieron
dignísimos sucesores,
y en expertos labradores
a todos los convirtieron.”

Sus orígenes, como luego veremos, son un poco misteriosos, unos datos sitúan en el nacimiento de El Pego hacia 1717. Hasta ese año había formado lugar con el Caserío de Pinar Redondo.

También lo ha recogido así, por otra parte, mi paisano Gervasio: “En el año 1717 al oeste de Castilla, en la provincia de Zamora, en un paraje o lugar que apenas se conocía allí aparecen dos casas y viven unas familias. Si de momento que eran los mismos propietarios los que vivían en esas mismas casa, luego resultaron ser habitantes de los pueblos vecino que se habían asentado en ese lugar en condición de colonos o como renteros,....”[3]

D. Antonio de la Torre dice que “.. Hasta el año 1593 fue este territorio un monte bravo de su propio título: roturose entonces, y en el suelo mismo donde está la población fabricaron casas Alonso Núñez, y Alonso de Zamora, que han continuado otros,..., donde labran muchas tierras, acaso sin pensión, o por muy corta” [4].

José M. Vicente, en su libro “La bóveda de Toro, memorias y documentos”, sostiene que hasta mediados del siglo XIX El Pego no se independiza de la Bóveda.

D. José Ojeda Nieto[5] “Las Encomiendas de Valdeguareña en el marco territorial actual. ( Comendadores y Vasallos, pag. 24) : “Cuatrocientos años son mucho tiempo para creer en la inmovilidad. Cuatro centurias además, como son los siglos XII al XV, que transcurren entre zozobras y golpetazos demográficos. Nada más lógico entonces ver unos pueblos desaparecer y otros, más tarde, ocupar su lugar, y nada más dificultoso (con la escasez documental) que localizarlos a todos. Compárense, si no, la lista de pueblos donados entre los años 1113 a 1271 con la del documento de 1577.


Los límites de las Encomiendas de Valdeguareña hacia 1.153

CUADRO 1

Pueblos 1113-1271 :

Paradinas, La Bóveda, Algodre, El Olmo, Vallesa, Ordeño, Villaralbo,,Castrillo de Villavite, Vadillo, Fresno el Viejo, Fuentelapeña, Villaescusa, Cañizal, Castronuño,
Pozuelo del Estepar.


Pueblos 1577

Requejo, Cubillas, «Pareditas, la bóveda, El holmo, Vallesa, Hordeño, Castrillo de la Orden, badillo, Fresno Viejo, Fuentelapeña, Villaescusa, Cañizal, Castronuño, Cubillas, La Garda, Torrecilla de la horden».

Diecisiete poblaciones frente a quince. Han desaparecido cuatro, Pozuelo del Estepar, Requejo, Algodre y Villaralbo, y se han creado —¿o cambiado de nombre?— dos. La Garda y Torrecilla de la Orden. Más aún, al finalizar la decimoséptima centuria se despueblan otros dos, La Garda y Ordeño, y ya se apunta el resurgir de uno nuevo: El Pego, por el momento unas caserías de La Bóveda.

Antes de continuar con el desarrollo de la población en El Pego repasemos el esquema de la población en el planeta Tierra hasta llegar a la primera gente que decidió empezar a construir nuestro pueblo.


Sabemos que los arqueólogos dan por cierto que los primeros H. erectus de este Planeta salieron de Africa y, aunque no tenían medios, después de milenios y milenios consiguieron pasar a Europa y Asia como se muestra en el siguiente mapa.


Pasado el tiempo (se estima un millón y medio de años) por diversas circunstancias -aumento de la población, escasez de recursos, cambio de clima...- se extienden por toda Europa.
A nuestra Península llegan los Íberos y se establecen en el levante y en el sur. Los desplazamientos de la población del centro y del norte de Europa hacia el suroeste se encuentran con la Península Ibérica habitada en parte y por eso no tienen más remedio que ocupar las tierras que no habían sido ocupadas por los Íberos
(ver mapa de los pueblos antiguos de la Península Ibérica).


El arqueólogo D. Jesús Álvarez-Sanchís escribe, “…Hace veinticinco siglos, la Península
Ibérica era un inmenso territorio poblado por comunidades de diferente grado de evolución social y económica.... ... Los temas cotidianos que preocupaban a la inmensa mayoría de sus gentes eran increíblemente modernos: cuidar de los hijos y de las provisiones, las relaciones sexuales, la conducta social, el reparto de la herencia, enterrar y dar culto a los muertos, la fe... aunque de forma algo distinta, tal vez más difícil de entender en la actualidad.”[6] pp-7




Jesús Álvarez-Sanchís, en “LOS SEÑORES DEL GANADO” mapas de los primeros pobladores en los que se incluye nuestras tierras.


















[1] “El nombre de Pego es de origen romano. Varrón dice que los sitios donde se crían animales de granja, se llamaban "locus pecuorum" o "Pecu"; Giner se decanta por la opción de la palabra "Pelagus", que significa lugar situado cerca de una zona pantanosa., según cuentan en la página web de Pego (Alicante).
[2] ‘Cabeza’ se refiere a un alto donde se colocaban los mojones o límites entre el terreno de una jurisdicción y el de otra .
[3] Gervasio Riesco Riesco. “Historia grande de un pueblo pequeño”. Edición propia. Pág. 3.
[4] Antonio GOMEZ DE LA TORRE: “Corografía de la provincia de Toro”. 1802. Facsímil. Ed. Maxtor. Valladolid – 2002. “LXI. Aldea. Pego (el)...” pp 253 .
[5] José OJEDA NIETO: “COMENDADORES Y VASALLOS” (La orden de San Juan y el partido de Valdeguareña). Instituto de Estudios Zamoranos “FLORIAN DE OCAMPO” (C.S.I.C.). Excma. Diputación de Zamora, 1997.
[6] Jesús Álvarez-Sanchís. “LOS SEÑORES DEL GANADO”. Arqueología de los pueblos prerromanos en el occidente de Iberia. Ediciones Akal, S.A., 2003, 2008. 28760 Tres Cantos. Madrid). (Las anotaciones en color en los mapas son mías)

No hay comentarios:

Publicar un comentario