jueves, 5 de marzo de 2009

2.1.-A.- CURIOSIDADES (III). COTILLEOS Y CIENCIA

.- EL PEGO Y DARWIN. CIENCIA Y COTILLEOS.

ANTONIA Y BLANCA COINCIDEN EN EL BAR DEL PUEBLO.
– Hola Blanca. Que cara te vendes. Antes venías más por el pueblo. Poco a poco todos estáis desertando.
- No es eso, Antonia, antes me presentaba muchos fines de semana pero, a medida que me hago mayor es como si el tiempo menguara...
- Sospecho que tienes nueva compañía.
- ¿Por qué? ¿Eres adivina?.
- No. Pero se te nota en la cara. Además, te has cortado el flequillo.
- Es que el que tenía antes me hacía la cara más redonda que la que ya tengo de por sí. Tú es que no necesitas nada. Eres lo que se llama una morena bien plantá.
- Esa blusa de seda negra entallada en la cintura te hace muy elegante.
- No hay que marchitarse, Antonia. Tenemos que retrasar la vejez todo lo se pueda.
- Sí. Tú renuevas mucho el vestuario.
- No lo creas. La blusa la compré con una falda de vuelo al final de vacaciones de verano, cuando se casó Jezabel. ¿Sabes por qué me acuerdo?... Porque el día antes me estuviste contando lo del meteorito del majuelo de Casablanca de Arvey. Y ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Que me encontré en Valladolid con Amador y charlando, le saqué a colación, que Antonia me había puesto al corriente del meteorito. Como vio que mostraba interesé por la piedra; me contestó que la tenía en el maletero del coche.
- Qué confiado. Para que se la hubieran quitado.
- Me comentó que en la calle Río Rosas de Madrid había un sitio donde entendían mucho de minerales, no en vano tenían una enorme colección, es el llamado Instituto Geológico Minero de España. El día que se presentó allí con la piedra en la mano coincidió que no estaba disponible ningún geólogo experimentado por lo que fue atendido por un chico joven, al parecer un becario, que con la piedra delante había descartado que fuera un meteorito. Como parecía que esa información era poco fiable, le sugerí que me dejara la piedra a mí, porque tengo gente conocida en el Colegio Oficial de Geólogos de Madrid, para ver a qué conclusión llegaban allí. Por otra parte me venia al pelo para el tema “El origen de la vida” que me tocaba desarrollar en clase por aquellos días...
- ¿Qué la vida viene de las piedras?
- La teoría de la panspermia no ha podido ser probada ni rebatida con los estudios a que han sido sometidos los meteoritos llegados a la Tierra.
- Joder, Blanca, que estás en el pueblo, “pans, ¿qué?”, ni que yo fuera una intelectual.
- Perdona, Antonia, pero no se puede dar una respuesta clara a la pregunta “cuál es origen de la vida”, por eso se contesta a esa pregunta con una serie de teorías, según una de ellas, la vida, que existía eternamente, tuvo que llegar a la Tierra procedente del espacio exterior...
- Claro, y la ‘pannosequé’ afirma que la primera semilla de vida aterrizó en un majuelo de Casablanca de un señor de El Pego en un meteorito como el que tú tienes ahora. Mira, maja, ¡qué detalle!.
- La teoría de la panspermia tuvo mucho auge en siglo XIX. Y esta piedra, que ves aquí, Antonia, ya me han dicho en el Colegio de Geólogos de Madrid que definitivamente no es un meteorito, por tanto, no pudo traer la vida del exterior del planeta Tierra.
- Te contaré, Blanca, que el origen de la vida es el queso. Fíjate, un día mi marido trajo un paquete con queso de un supermercado de Fuentesaúco y se le olvidó meterlo en el frigorífico, cuando se dio cuenta estaba lleno de gusanitos. ¿De dónde había venido esa vida? Mi marido soltó: “hay hijos sin madre. Como ya decía el tío Domingo el “carretero”.
- Muy bien. Ese fenómeno se explica en otra teoría llamada de la generación espontánea procede de experiencia habitual de que lo inerte originaba en muchas ocasiones materia viva. Para no alargar mucho el cuento, abreviaré. En 1859 apareció la obra que marcaría definitivamente científico y filosófico en adelante: “El origen de las especies”, de Charles Darwin.
- Pues ya ha llovido.
- Para que nos situemos, aunque con lo que estamos hablando tiene poco que ver, pensemos que por esa época reinaba en España Isabel II, y por lo que hace a nosotras, El Pego se independizaba de La Bóveda creando un Ayuntamiento propio. Nuestros antepasados hacía 9 años que le habían bajado el telón a la primera mitad del siglo XIX.
- Me dejas tonta, tía. Oye, ese tal Darwin me suena porque lo he recordado cuando hago los deberes con mis hijos. Era un tipo que era inglés y, que según las fechas que dices, en el 2009 hará 150 años que afirmó aquello que nosotros descendemos del mono.
- La gente lo interpreta así, pero la teoría de la evolución de las especies sostiene que las formas de los seres vivos tal como los observamos en la actualidad no fueron siempre así, sino que a largo del tiempo unas formas han ido dando lugar a otras a través de pequeñas modificaciones. Por tanto nosotras vendríamos de unos seres humanos un poco diferentes y los monos de otros monos distintos.
- Sí, sí pero el cura no solo lo rechaza, sino que dice que creer en eso es pecado.
- Ya, y que volvamos a lo que dice la Biblia. ¿No?.
- Naturalmente, allí está todo bien explicado: “Dijo luego Dios: ‘Brote la tierra seres animados según su especie...’.‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza...’.‘También a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos los vivientes que sobre la tierra están y se mueven les doy para comida cuanto de verde hierba la tierra produce’. Y así fue”[1].
- Me agotas con tanta Biblia. Lo tuyo es un poco obsesivo.
- Peor es lo tuyo con tanta teoría. Claro que también podía que no quisieras seguir la conversación del principio.
- Hace ya tanto rato que solo recuerdo que me echabas en cara que venía menos por el pueblo.
- Y que se notaba en la cara que estabas saliendo con alguno de los guaperas que a ti te gustan.
- ¿Tanto se me nota?
- Dime, ¿cómo es?
- Es alto, buen tipo, divertido...
- O sea, un pimpollo.
- Sí, pero muy interesante.
- Un jovencito.
- Te equivocas. Es de una edad como nosotras.
- Ya, quieres decir que te lleva tres o cuatro años.
- Antonia, vives intensamente el cotilleo.
- Mujer, yo te cuento cosas de mi marido y de mis hijos cuando me preguntas y no te llamo cotilla.
- Porque a mi me gusta hacer investigaciones que son otra cosa.
- Y que has averiguado con tus investigaciones sobre la piedra de Casablanca.
- De lo que te dije el otro día que era un meteorito en el Colegio de Geólogos dicen que nada de nada, después hice averiguaciones en el Museo Arqueológico de Madrid y opinan que podría ser una pieza del neolítico.
- ¿Una pieza?
- Sí, un utensilio, una herramienta, por ejemplo una maza...
- Pues no la veo.
- Sí, mujer, fíjate en las fotografías. Por la cara superior en la foto de arriba y por la de abajo -en esta fotografía- se nota que han querido horadarla, desgastar la piedra para perforarla y, seguramente, ponerle un mango y convertirla en una maza o azada u otro instrumento que los del neolítico sabrían para qué lo querían.
- Con un poco de imaginación le pongo un mango a la piedra de arriba y puede ser una maza como dices...Además, la piedra parece que está muy lisa, muy pulida...
- Claro porque es del neolítico porque si fuera más antigua, del paleolítico, se notarían los hoyos formados al golpear esta piedra contra otra.
- Tallada que venía en los libros.
- Tal cual.
- Pero, entonces, ya no harían negocio con la piedra si no es un meteorito, ni se fomentará el turismo en El Pego porque ya no es el lugar de destino de los meteoritos.
- No te creas porque estos restos arqueológicos también se aprecian mucho. Pero no te preocupes porque primero hay que confirmar que es una pieza neolítica y eso no es fácil, según me han explicado, debe aparecer algún yacimiento con más restos neolíticos por la zona y confirmar la antigüedad de la piedra por entendidos.
- ¡Qué desilusión!
- Quién sabe, a veces los hallazgos fortuitos han llevado a grandes descubrimientos que cambian la vida de un lugar. Imagínate que aparece un yacimiento arqueológico de importancia en los alrededores de El Pego.
- Me lo imagino. Nos encontraríamos con grupos de turistas con sus afables guía. El lugar más visitado de la provincia..
- Amén.
- Así sea.



[1] Génesis. 24, 26, 30, “La Biblia”. ANTIGUO TESTAMENTO I. Biblioteca de Autores Cristianos- Miñón S.A. Madrid. 1970.

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