4.2.- EL PEGO 1927.
EN RESUMEN.
OTRAS ACTUACIONES.
- Durante todo el año 1927 hubo varias
reuniones en el Gobierno Civil entre los dueños o sus representantes
y la Comisión con la mediación del gobernador civil, señor
González Longoira (existe un documento de agradecimiento de la
Comisión por las buenas intenciones para conciliar a ambas partes).
Cesaron estas reuniones sin llegar a acuerdo alguno por la decisión
de los amos de utilizar la vía judicial.
- La Comisión también tuvo reuniones
en Madrid para la compra del pueblo al amparo del R.D. de
Colonización en la Dirección de Acción Social Agraria donde fueron
bien atendidos por señor Benjumea y los ingenieros de esta Sección,
entre ellos el señor Arana, admirado en la provincia de Zamora.
- Al llegar el mes de septiembre, época
de cobrar la renta, el pueblo entero se niega a pagarla, en
principio, pero después unos pocos se humillaron ante los amos para
no ser demandados, y lo consiguieron. Fueron los allanados a la
demanda,
- El abogado de los dueños decía,
“...esos vecinos que tanto tienen que agradecer a sus dueños, ¿
cómo se lo pagan?... con llamarlos estafadores... Sepan que son dos
personas honradas. Tan honradas, que aún en contra de su voluntad,
se han visto obligados a desahuciarlos por el mal comportamiento de
los mismos...”.
EL PEGO, 30 DE DICIEMBRE DE 1927.
Está oscureciendo; entre los vecinos
del pueblo se nota gran inquietud; los rumores van de boca en boca y
en todos se nota gran nerviosismo; es una noche serena que anuncia
una gran helada; el suelo brilla como un espejo, en la calle se
helaban hasta las palabras, pero no así en las escuelas donde los
vecinos del pueblo se hallan reunidos para encontrar la fórmula para
que al día siguiente, 31 de diciembre, nadie asista al juicio de
desahucio que ha de celebrarse en Fuentesaúco. Según el abogado
defensor del pueblo, el juzgado de Fuentesaúco se inclinaría a
favor de la demanda de los dueños. Si se consiguiera que no se
presentaran ni los demandantes (los amos o en su nombre los
administradores y sus testigos) ni los demandados (el resto del
pueblo menos los allanados) el juicio se suspendería y pasaría a la
jurisdicción de Toro dónde habría más posibilidades para las
aspiraciones del pueblo.
Los nervios están a flor de piel. Por
primera vez en la historia, el pueblo en masa va a enfrentarse a sus
dueños. Hay que impedir por todos los medios que el juicio se
celebre.
Es una reunión tensa donde los más
exaltados lanzan injurias contra los dueños y sus administradores,
mas la “Comisión” con gran serenidad consigue calmar a la
gente y se acuerda montar una guardia que impida que entre ni salga
nadie del pueblo. Así se hace, a las dos de la mañana se montan los
puestos, en los que toman parte todos los vecinos excepto aquellos
que se habían allanado a la demanda. A pesar de la tensión
que se vive, la jornada transcurre en calma y a las doce de la mañana
se levanta la guardia y se declara día de fiesta. Ésta, se siguió
celebrando hasta el año 1936 en que se suspendió a consecuencia de
a guerra y no se ha vuelto a celebrar.
Una vez más, la unidad de un pueblo
había triunfado.
- El 31 de diciembre de 1927, El Pego
deja de pertenecer a la jurisdicción de Fuentesaúco y pasa a la de
Toro el día 1 de enero de 1928.
Si llegara a celebrarse el juicio de
desahucio en Fuentesaúco, según todos los rumores, la sentencia
seria favorable a los amos. El juicio de desahucio de Fuentesaúco se
suspendió. Se puede considerar
que en El Pego se acabó la Edad Media con el año 1927.
EN RESUMEN.
Los dueños, en vista de esta actitud,
notifican a todos los vecinos, incluso algunos ya fallecidos, a un
juicio de desahucio que había de celebrarse en Fuentesaúco.
El día 31 de diciembre, último día
en que El Pego dependía de esta jurisdicción porque el día de
enero pasaba a pertenecer a la jurisdicción de Toro.
El abogado del pueblo, viendo que
tenía muy pocas posibilidades de éxito si el juicio se celebraba en
Fuentesaúco, reúne a todos los vecinos y les dice que por todos los
medios hay que evitar que el juicio se celebre. Esa misma noche se
monta una guardia en todos los alrededores del pueblo hasta las doce
del mediodía siguiente.
En este tiempo no se permitía ni
entrar ni salir a nadie del pueblo. De esta forma, se evitó que el
Administrador pudiera acudir al juicio en representación de los
dueños, y como por parte de los demandados tampoco se presentó
nadie, el juicio tuvo que ser aplazado.
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