lunes, 28 de octubre de 2013

4.3.- JUICIO EN TORO

4.3.- EL GRAN JUICIO EN TORO. 
(Cuaderno de apuntes de David González).
Como digo anteriormente, el día 1 de enero de 1928, El Pego pasa a la jurisdicción de Toro y allí se celebrará el juicio el día 4 de abril de este mismo año.
Para mí fue un día memorable. En primer lugar, porque era la primera vez que tenía la oportunidad de visitar Toro, y la segunda, porque mi inocente niñez no podía comprender cómo unos vecinos eran desahuciados y otros no.


Pasados los años pude comprender que aquellos vecinos que no habían acudido a juicio es que se habían allanado a la demanda. Recuerdo también los abogados para defender a sus respetivos clientes. Así el abogado de los dueños decía, “...esos vecinos que tanto tienen que agradecer a sus dueños, ¿ cómo se lo pagan?... con llamarlos estafadores... Y sepa su señoría que son dos personas honradas. Tan honradas, que aún en contra de su voluntad, se han visto obligados a desahuciarlos por el mal comportamiento de los mismos...”.
Por otro lado, el abogado del pueblo decía, “... no pedimos justicia, no queremos favor ni socorro. Queremos y pedimos la manumisión de unos esclavos de la tierra; trabajo por el que podamos cantar un himno a la libertad y a la vida.
Pedimos caridad, no a los hombres ni a la sociedad egoísta. Pedimos caridad para caminar hacia nuestro éxito bajo el amparo de Jesús, el humilde nazarita, protector de los oprimidos.
Terminado el juicio, la caravana de carros se otra vez en marcha camino de el Pego. Durante todo el trayecto se comenta con optimismo el desarrollo del juicio.
Recuerdo también los comentarios del día siguiente al ir al colegio; se veían varios grupos de vecinos, unos decían “dicen que el sr. juez ha recibido un telegrama del ministro de la Gobernación, en el que le dice que se respete la propiedad de los dueños”, y otros pero “también ha recibido otro del ministro de Trabajo en el que le dice que si condena a los vecinos de El Pego, pierde el destino. Veremos haber qué pasa...”.
Así pasan cuatro días pendientes de una sentencia que nunca se llegó a dictar.
El juez reúne a las dos partes en litigio el día 7 de abril de 1928 y los dueños deciden vender el término con sus haciendas a los vecinos de El Pego conforme a lo que dispone el Instituto de Acción Social Agraria.
La noticia es recibida con gran alegría por parte de todos los vecinos y algunos exaltados insultan a los administradores, ...tiran piedras contra sus puertas,... y si no llega ser por el tesón y la decisión de algunos miembros de la Comisión, hubiran ocurrido incidentes muy lamentables.
Desde este momento el pueblo queda divido en dos bandos, uno formado por el Administrador y los que se habían allanado a la demanda, y el otro la Comisión y sus seguidores.


 Estos hombres que tanto lucharon y que erróneamente se trata de sepultar su memoria para ocultar el error que se cometió al quitarle la vida a alguno de ellos. Estos hombres tendrán que luchar contra sus mismos seguidores para impedir que algunos exaltados provocaran incidentes que pudieran retrasar la magna obra que poco a poco se iba realizando.

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